El protagonista, que da título al cuento, es un niño raro que no se relaciona con los demás y que vive en una gran casa con sus hermanas mayores. El narrador, más o menos de la edad de Bernardino, va con sus hermanos a Los Lúpulos para jugar con Bernardino. El resto de los niños del pueblo lo rechazan y deciden quitarle a su perro. Él los descubrirá y acepta una paliza a cambio de recuperar su mascota.
Me ha gustado este relato. Hay en él varios aspectos que me gustaría compartir con vosotros:
- La humanización del personaje. Al comienzo del relato, Bernardino es un niño frío, que no muestra sus sentimientos. Poco a poco va demostrando lo que siente: la falta del perro provoca en él angustia y cuando lo recupera llora de rabia y de alegría. El lector cuando acaba de leer el cuento simpatiza con el protagonista.
-La autora consigue intrigarnos. No sabemos lo que le sucede realmente al personaje, aunque poco a poco imaginamos que está en casa siempre porque está enfermo. Además sentimos curiosidad cuando los chicos del pueblo planean algo contra él o cuando busca a Chu, su perro.
- El cuento no sólo entretiene sino que nos hace pensar sobre la crueldad de las personas, no sólo hacia los animales sino también hacia los demás humanos. Los chicos del pueblo son intolerantes: no entienden por qué Bernardino no se relaciona con ellos y en vez de ayudarle lo maltratan quitándole lo que más quiere violentamente y pegándole. Aunque este relato se escribió hace muchos años, hoy en día se están dando casos de violencia e intolerancia en nuestra sociedad (acoso escolar, violencia de género) y en otras culturas (países islámicos).
Os dejo aquí el enlace del texto para que reflexionéis sobre lo que os he contado.
http://oran.cervantes.es/imagenes/bernardino_de_ana_maria_matute.pdf
SONIA MARTÍNEZ PETEIRO, 4º ESO C
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