
Con catorce anos comezou a traballar como cigarrera na Fábrica de Tabacos da coruña, un oficio que herdou da súa avóa, A Chíchara, que mantivo o seu emprego como cigarrera durante os primeiros anos da industria tabacalera, no século XIX. Cando corrían xa os anos 60, Dores, xa viuda, decidiu retirarse da vida na fábrica. Din dela que o que a fixo tan longeva , vivió 104 anos, foi a súa mala relación cos médicos, o seu carácter divertido e o seu gusto pola boa e a longa vida. Máis de cen anos logo de empezar a respirar, Dores Cedo, Lola, como a coñecían os veciños no barrio, foise de Eirís, pero queda aínda, no recordo dos que coñeceron á cigarrera máis longeva da cidade, a música e o sorriso que a acompañaron durante o seu paso pola vida da cidade.
1 comentario:
Si la pobre de mi abuela viese que hasta le habéis cambiado el nombre…
Sí, esta señora era mi abuela Lola, pero se llamaba Dolores Temprano, no enviudó hasta casi los 90 años y dejó Eirís cuando se casó.
Sí que es cierto que empezó a trabajar como cigarrera con catorce años pero lo realmente admirable para la época ,es que siguió trabajando aún casada y criando cuatro hijos.
Y por eso escribo este comentario. Mi abuela es una mujer digna de recordar no sólo como persona, sino también como cigarrera, hija, madre, esposa, abuela, bisabuela, y como ejemplo de mujer trabajadora. Trabajadora en una época en la que lo normal hubiese sido renunciar a su trabajo una vez casada. Esas feministas de verdad; mujeres fuertes y luchadoras que han logrado la mayoría de los derechos que hoy tenemos. Pero tampoco presumió de eso jamás.
A ella lo único que le molestaba de verdad, eran las mentiras. Y esa es la razón de decirme a escribir este comentario.
Después de cumplir 100 años, toda una hazaña llegar a los 104, con esa sonrisa y esa cabeza privilegiada que mantuvo hasta casi sus últimos días, salió varias veces en la prensa. De hecho,esta foto es de uno de los artículos de entonces y, siempre recordaremos, ahora con humor, lo mucho que le molestaba que se inventasen parte de su historia o diesen datos falsos. Estos periodistas… decía refunfuñando.
En una ocasión, publicaron un artículo que decía que el secreto de su longevidad eran las tazas de vino que bajaba a tomarse a diario (aún con más de 100 años). Estuvo varios días preocupada por si la tachaban de borracha… ja,ja,ja pero lo cierto es que nunca fue de tazas. Sí le gustaba disfrutar de un buen vino y una buena comida, igual que le gustaba disfrutar de la vida.
En realidad ella disfrutaba de todo; pero sobre todo, de la compañía de su familia; de sus hijos, de sus nietos y hasta bisnietos, que llegó a conocer a unos cuantos. Y estoy segura de lo sigue haciendo, de que sigue disfrutando desde allí donde esté, ahora rodeada de los que como ella, nos dejaron ya.
Te echamos de menos, abuela.
Nota al administrador del blog: Si es posible corregir, al menos su nombre, simplemente por honrar su memoria como merece, estaremos muy agradecidos. Muchas gracias
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