Tú para mí, yo para ti, bien mío
-murmurábais los dos-
«Es el amor la esencia de la vida,
no hay vida sin amor» .
¡Qué tiempo aquel de alegres armonías!…
¡Qué tiempo aquel de alegres armonías!…
¡Qué albos rayos de sol!…¡
Qué tibias noches de susurros llenas,
qué horas de bendición!
¡qué aroma, qué perfumes, qué belleza
¡qué aroma, qué perfumes, qué belleza
en cuanto Dios crió,y cómo entre sonrisas murmurábais:
«¡No hay vida sin amor!»
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