Blog da Biblioteca do IES de Curtis: Dario Fó
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27/3/09

Tengamos el sexo en paz


Los hombres, qué fantasmas
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En toda la historia del mundo, nosotros, los modernos, hemos sido los primeros en plantearnos el problema de nuestro placer. Cuando la gente trabajaba 18 horas diarias, no les quedaban energías que dedicar al acto sexual. Estaban agotados, comían, se acostaban, tran-tran-tran, y desspués, grrrrr... (Ronca)
Hoy en día sigue ocurriendo, aunque se trabaje mucho menos.Algunas amigas mías se quejan de que trun-trun-trun, y después, grrrrr, sin decir siquiera : "Gracias, cariño, ¿quieres una copa?"
Para los hombres, exhibir su disfrute se ha convertido en un símbolo de status social: una esposa, una novia, un novio, tres amantes ..., y ¡hala, a presumir!
Cómo ese actor inglés que afirmaba haber copulado tres mil veces en cinco años, con tres mil mujeres distintas. ¡Tres mil! ¿Dónde está la gracia de hacerlo así... en plan conejo mecánico? (Jadea rápidamente) "Aha aha... gracias guapa ¡Aha aha! ¿Te ha gustado?... ¡Aha aha! ¿Cómo te llamas?" , etcétera.
Auténticos trabajos forzados.

Tengamos el sexo en paz


La Virginidad
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Otro tema sobre el que hay mucha confusión es la virginidad.
¡Una pesadilla!
No se sabe por qué, pero las que ya no son vírgenes cuentan a las vírgenes... en relación con "ese momento... unas historias terroríficas! "Él, con su ariete, tiene que rasgar tu himen....¡Ahaaaa, qué pánico!" y luego la sangre... Hay culturas que siguen exponiendo las sábanas manchadas de sangre tras la noche de bodas..., sangre, sangre... Así que, cuando me llegó "ese momento", me esperaba surtidores de sangre... el techo manchado de sangre... "¿Cómo podré limpiarlo?"
Después descubrí que era puro invento. Es un hecho natural, que si se realiza con amor, no es nada...
Además, os informo de que el 20% de las mujeres no tienen himen, o lo tienen tan fino que se rasga de manera casual.
Ahora deberíamos guardar un minuto de silencio por ese 20% de mujeres que a lo largo de los siglos han sido acusadas de no ser vírgenes, sólo porque no tenían himen.
Además, hombres, nadie os obliga... ¡RAS...! ¡Ni que fuera la toma de las Bastilla! ¿Ella está angustiada? Pues un empujoncito hoy, otro empujoncito mañana...
Al terminar una función, vino a verme una chica:
"Qué bien has hecho en decir lo del empujoncito hoy, el empujoncito mañana, porque mis amigas se reían de mí..., me casé el 15 de diciembre... un empujoncito hoy, otro empujoncito mañana... y por fin, el 18 de mayo..."
Le costó un poco, pero no ha tenido ningún trauma.
En Dinamarca, por ejemplo, en segundo ciclo de enseñanza básica proyectan unos dibujos animados que enseñan a las niñas de 11, 12 o 13 años, a liberarse del himen con las uñas.
Es otra cultura.

Tengamos el sexo en paz


Mi madre

Me hubiera gustado hablar de ello, que me explicaran ciertas cosas... ¿pero con quién?
La persona indicada hubiera sido mi madre, pero no había confianza entre nosotras. Mi madre venía de una familia rica... en dignidad y prejuicios. Mi madre es una buenísima persona, católica ferviente, practicante, e incluso... votante, que con sus hijas jamás habló de sexo. Para mi madre éramos como las muñecas... terminábamos aquí. (Indica la cintura)
Para ella, decir sexo era decir obscenidad. Una muestra: al culo lo llamaba pompis... y a lo de delante, pompis de delante. Curioso, ¿verdad?
A veces, cuando yo estaba haciendo los deberes, mi madre llegaba de improviso, con esa cara que ponen las madres en los momentos importantes, y me decía con una voz, pero una voz... que parecía la de Dios:
"¡Ten cuidado, hija! ¡Los hombres sólo quieren una cosa!"
Nunca me dijo cuál.
Mi madre no me preparó para la vida. Las únicas cosas de sexo las supe por una amiga muy revoltosa, doce años... Hacía algún tiempo que no la veía y me dice:
"¡Qué cansada estoy...¡"
"¿Por qué estás cansada, qué has hecho...?
"El amor..."
"¿El amor...?" -yo no sabía lo que era - "¿Con quién?"
"Con mi primito de diez años"
"¿Y qué habéis hecho?"
"Pues como no sabíamos nada de esas cosas, sólo que los niños nacen de la tripa..., él con su cosa empujaba, empujaba.. ¡No veas cómo tengo el ombligo!"
Entre mi madre, "¡Ten cuidado!", y el ombligo inflamado, yo estaba muerta de pánico. Si se me acercaba un chico, le tiraba piedras.
"¡Vete, vete, jamás lo conseguirás!"
"¿El qué?"
"¡No lo sé...!"
Después en el bachillerato, los chicos impetuosos, salidos, se me echaban encima, me abrazaban, me estrujaban... Lugo trataban de besarme.
No sé vosotras, pero yo, de mi primer beso guardo un recuerdo espantoso. Él me agarra... y, zas, me estampa contra la pared... ¡un testarazo de conmoción cerebral! Después con esas 24 manos que tienen los chicos, me quería manosear todo el cuerpo... y luego con la lengua... blall.. y blall, en la oreja...
¡"Para! Pareces una batidora con esa lengua.. que frío.. qué asco...¡Estate quieto!"
Y después, ¿no quería meterme la lengua en la boca? ¿A mí, que soy vegetariana?
"Quita esa lengua que te la arranco y se la tiro al gato", decía yo, siempre con las manos tapándome el ombligo.
Otra cosa que no entendía, era que: ¡ZAS!, me estampa contra la pared, luego (repite los movimientos anteriores) Blall, blall..., blall,... y empujaba su pubis contra el mío, con una fuerza tremenda... Yo pensaba: "Pero... ¿qué llevará en los calzoncillos?"
Os diré la verdad: ¡por culpa de mi madre, cuánto tiempo he perdido!
Pero más tarde, una de mis tías, de izquierdas, solterona... no porque fuera de izquierdas... maestra, y mucho más abierta que mi madre, decidió culturizar sexualmente a sus sobrinitas, y un día nos reúne en la cocina, alrededor de una mesa grande... éramos niñas de de 12, 13 años... y nos enseña un libro científico, de anatomía y, en particular, la imagen de un sexo femenino en sección. Coloreado según las partes en tonos suaves... que me pareció un mapa... y cuando la tía preguntó: "Niñas, ¿sabéis que es ésto?", yo: "¡Sí tía, es Florida!", no se porqué...
¡Qué mal le sentó! "No, boba, esto no es Florida... ¡es tu pompis de delante!"
Me quedé tan impresionada, que desde aquel día a mi pompis de delante siempre lo he llamado Florida... y al de detrás, California.
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