Blog da Biblioteca do IES de Curtis: Microrrelatos
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25/8/10

Los relatos del niño Zombi


Antes el niño zombi era un niño normal. Iba al colegio, era delantero en el equipo de fútbol del barrio, le gustaban las niñas de su edad y los helados de nata. Ahora, sin embargo, todo es tan distinto… Todo, menos lo de las niñas…

3/8/10

Microrrelato.

Algo me dice que escucho voces
Es de Héctor Marcial Ugalde Corral y lo encontramos en abraPALABRAmágica La MAGIA de la palabra . Blog del autor descrito del siguiente modo:
El amor a las palabras, los libros, la literatura, los juEGOS de palabras, textos, ideas, relatos, cuentos, microcuentos, minificciones, poemas, frases, aforismos, greguerías, concentrado de ingenio, pensamientos, sentimientos, haikus, poemas mínimos, poemínimos, sueños, recuerdos, olvidos, espejos, laberintos, ajedrez, el cine, la música, la vida y mUCHas otras cosas más por UCH


http://networkedblogs.com/6t7Tn



24/7/10

Paréntesis

Este es un hombre. Pasa por una esquina y la mujer de la esquina le dice (vive). El hombre se pone a vivir, como recién salido del útero materno. El hombre sigue yendo por la esquina y la mujer le sigue diciendo. Le dice (ama), le dice (perdona), le dice (odia), le dice (olvida). El hombre ama, perdona, odia y olvida. Es feliz.
Un día la mujer dice (muere) y después añade un día, una hora, un lugar.
Hoy es el día, el hombre está en el lugar, casi es la hora (espera).

Más relatos de Jesús Esnaola en su blog

3/7/10

Millás en El País

Me desperté a las cuatro de la mañana con la obsesión de que si no me cortaba en ese mismo instante las uñas de los pies sucedería una catástrofe. No tenía ni idea de qué tipo de catástrofe ni su relación con mi aseo personal, pero la evidencia de que no había otra salida me arrancó de la cama, desde donde me dirigí a tientas al cuarto de baño que, increíblemente, no se encontraba en su sitio.
Abrí más los ojos y advertí, a la luz que entraba por la ventana, que tampoco aquélla era mi habitación ni, la mujer que dormía en la cama, mi esposa. Angustiado por este desorden, abandoné sigilosamente el dormitorio y salí al pasillo, que resultó no ser tampoco el pasillo de mi casa. Me quedé paralizado, sin saber qué hacer, pues no era cuestión de irme a la calle en pijama.
En esto, se abrió la puerta de una de las habitaciones y salió de ella un joven en calzoncillos y camiseta, con cara de espanto. ¡Tú no eres mi hijo!, dije. ¡Ni usted mi padre!, dijo él. Le rogué entonces que se asomara sin hacer ruido al dormitorio del fondo, para comprobar si la mujer que dormía allí era su madre. Volvió demudado, asegurando que no la conocía de nada. Ante el desconcierto del muchacho, que temblaba de pánico, decidí tomar el mando de la situación. Le recomendé entonces que volviera a la cama e intentara dormir como si se encontrara en la suya. Lo más probable, dije, es que al amanecer todo haya vuelto a la normalidad. El joven regresó apesadumbrado a la habitación y yo al dormitorio, donde me acosté junto a la desconocida procurando no rozarla siquiera. Al rato, mientras le daba vueltas al suceso, el más extraño de mi vida, me quedé dormido. Cuando sonó el despertador, mi casa era otra vez mi casa, mi esposa era mi esposa y, mi hijo, mi hijo. También yo era yo, o eso me pareció. De todos modos, me corté las uñas de los pies.
Enlace

27/6/10

Premios Lingua de Amor


Categoría A (de 14 a 19 anos):

1.º Premio: De mesturar a túa suor coa miña colonia, Uxía Pérez González (Vigo)

Poderíamos fusionarnos. os nosos corpos. quizais tamén as nosas mentes. os sábados pola noite serían de cervexa e discos. de ti espido no sofá. do meu pelo na alfombra. de sexo. de mesturar a túa suor coa miña colonia. imaxínonos comendo cereais algunhas mañás. contándonos os hematomas das mordeduras nacidas nas noites de insomnio. en silencio.”

Categoría B (de 20 a 35 anos):

1.º Premio: Imposto (r), Alcira Otero Cruz (Miño)

“Solicito algo máis que un borrador, unha cita previa. Insisto por internet, por teléfono e ata na túa oficina. Síntome obrigada a declarar: ingreso alterada, reteño o medo, gasto saliva e deduzo desprezo. Só desexo IRPF, unha Íntima Relación, Por Favor!
Marca cun X o resultado:
A ingresar [ ] A devolver [ ]”

25/6/10

PATRICIA ESTEBAN ERLÉS, PREMIO EÑE


Éste es el microrrelato ganador.


Tienes las manos pequeñas, le dijo ella, con un deje de decepción en la voz, a su asesino.

10/6/10

El microrrelato más visitado de Pablo Gonz


CAMBIAR EL MUNDO
Un joven idealista llamado Aiñil se sentó en un peñón que hay en la playa de Los Enamorados y estuvo allí tres días enteros, sin comer y sin beber, hasta que comprendió o inventó o recordó que era impotente para cambiar todo el mundo pero perfectamente capaz de cambiar parte de él. «Según la filosofía –se dijo– al cambiar una parte, el todo cambia; y, según la práctica, las cosas se hacen poco a poco». Y saltó del peñón. Y el mundo cambió al recibir su hermosa huella.
PABLO GONZ
(pablogonz.wordpress.com)

6/6/10

Enrique Anderson Imbert jugando con Sade


Escena en el infierno.
Sacher-Masoch se acerca al marqués de Sade y, masoquísticamente, le ruega:
-¡Pégame, pégame! ¡Pégame fuerte, que me gusta!
El marqués de Sade levanta el puño, va a pegarle, pero se contiene a tiempo y, con la boca y la mirada crueles, sadísticamente le dice:
-No.

28/5/10

Amor 77


Y después de hacer todo lo que hacen se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son.

La pesadilla de Peter Pan


Cada vez que hay luna llena yo cierro las ventanas de casa, porque el padre de Mendoza es el hombre lobo y no quiero que se meta en mi cuarto. En verdad no debería asustarme porque el papá de Salazar es Batman y a esas horas debería estar vigilando las calles, pero mejor cierro la ventana porque Merino dice que su padre es Jocker, ý Jocker se la tiene jurada al papá de Salazar.

Todos los papás de mis amigos son superhéroes o villanos famosos, menos mi padre, que insiste en que él sólo vende seguros y que no me crea esas tonterías. Aunque no son tonterías porque el otro día Gómez me dijo que su papá era Tarzán y me enseñó su cuchillo, todo manchado de sangre de leopardo.

A mí me gustaría que mi padre fuese alguien, pero no hay ningún héroe que use corbata y chaqueta a cuadritos. Si yo fuera hijo de Conan, Skywalker o Spiderman, entonces nadie volvería a pegarme en el recreo. Por eso me puse a pensar quién podría ser mi padre.

Un día se quedó leyendo el periódico y lo vi todo flaco y largo en el sofá, con sus bigotes de mosquetero y sus manos pálidas, blancas blancas como el mármol de la mesa. Entonces corrí a la cocina y saqué el hacha de cortar la carne. Por la ventana entraban la luz de la luna y los aullidos del papá de Mendoza, pero mi padre ya grita más fuerte y parece un pirata de verdad. Que se cuiden Merino, Salazar y Gómez, porque ahora soy el hijo del Capitán Garfio.

25/4/10

Microrrelato de Oscar Sipán


visionarios

En cada patata vemos a la Virgen.
En cada pimiento, a Jesucristo.
Cada tomate se parece a un apóstol.

Nuestro pueblo se muere de hambre.

8/3/10

Día da muller traballadora; Aldonza Lorenzo


Vivía en El Toboso una moza llamada Aldonza Lorenzo, hija de Lorenzo Corchelo, sastre, y de su mujer Francisca Nogales. Como hubiese leído numerosísimas novelas de esas de caballería, acabó perdiendo la razón. Se hacía llamar doña Dulcinea del Toboso, mandaba que en su presencia las gentes se arrodillasen, la tratasen de Su Grandeza y le besasen la mano. Se creía joven y hermosa, aunque tenía no menos de treinta años y las señales de la viruela en la cara.
También inventó un galán, al que dio el nombre de don Quijote de la Mancha. Decía que don Quijote había partido hacia lejanos reinos en busca de aventuras, lances y peligros, al modo de Amadís de Gaula y Tirante el Blanco. Se pasaba todo el día asomada a la ventana de su casa, esperando la vuelta de su enamorado.
Marco Denevi

27/12/09

El espejo




El barbero tijereteaba sin descanso. El barbero afilaba una y otra vez la navaja en el asentador. Clientes de toda laya acudían al local, abarrotándolo. El barbero manejaba las tijeras, el peine y la navaja con velocísimos movimientos tentaculares. Ser barbero precisa de unas cualidades extremas, formidables, exige la briosa celeridad del esquilador y el tacto sutil del pianista. Sin transición, el barbero despojaba a la nutrida clientela de sus largos mechones, de sus desparejas pelambres, señalizaba lindes en el blanco cuero cabelludo, se internaba en sus orejas y en sus fosas nasales, sonreía, pronunciaba las palabras justas, apreciaciones que sabía no serían respondidas, mientras los clientes miraban sin mirar el progreso de su corte en el espejo, coronillas, nucas, barbas cerradas, sotabarbas, patillas de distinta magnitud, luchanas, cabellos que planeaban incesantemente en el aire antes de caer formando ingrávidas montañas: el barbero nunca imaginó que el pelo de los cadáveres pudiera crecer con tanta rapidez bajo tierra.

22/12/09

Nochebuena de Galeano

Fernando Silva dirige el hospital de niños en Managua.
En vísperas de Navidad, se quedó trabajando hasta muy tarde. Ya estaban sonando los cohetes, y empezaban los fuegos artificiales a iluminar el cielo, cuando Fernando decidió marcharse. En su casa lo esperaban para festejar.
Hizo una última recorrida por las salas, viendo si todo queda en orden, y en eso estaba cuando sintió que unos pasos lo seguían. Unos pasos de algodón; se volvió y descubrió que uno de los enfermitos le andaba atrás. En la penumbra lo reconoció. Era un niño que estaba solo. Fernando reconoció su cara ya marcada por la muerte y esos ojos que pedían disculpas o quizá pedían permiso.
Decile a... -susurró el niño-
Decile a alguien, que yo estoy aquí.


20/12/09

La mujer transparente


La mujer se desnuda, unta de miel todo su cuerpo con minuciosidad, se revuelca a conciencia en un montón de trigo dispuesto en el pajar, recoge parsimoniosamente los granos pegados a la piel, uno por uno, y elabora con ellos una sabrosa torta que dará a comer al hombre cuando regrese. Con la leña del horno arden también pasadas aflicciones y crueldades, se queman una vez más temores y egoísmos, las lágrimas estallan de nuevo entre chispas esparciendo un fragante aroma que perfuma la casa como si fuese incienso. Los ojos de la mujer, vigilantes y esperanzados, se dirigen a la entrada y su corazón late con una fuerza que parece ensanchar las puertas. Se ha soltado la cinta del pelo y ha adornado la mesa con flores en torno al pastel incitador. Cuando el hombre llega, pasa ante la mujer sin detenerse y sin mirarla, anunciando que viene comido.

5/12/09

23/11/09

Fala Carrapuchiña


Chamoume e metinme na cama con el. Facía como que ía comerme, rillando as uñas moi a modo e despois tragando as biscardas. Outras veces metía na boca os dedos, a man ou mesmo o brazo enteiro ¡tan pequeno! Comerse un ó outro, así fan os que se aman. Eu non podía comelo, sendo tan grande, tan enorme, con aqueles cabelos hirsutos, o alustro dos dentes brancos, a voz profunda como os tronos. Daquela quitáballe os carrachos que o asañaban como a todos os lobos e despois comíaos, rebentando de sangue que esvaraba pola miña boca, polo queixo, manchando o meu vestido. Por iso dixo o cazador, cando nos encontrou a primeira vez, que eu ía ensanguentada, que rompera isto ou aquilo, que el estaba coméndome e tivera que tirarme do máis fondo das súas tripas. Non era certo e, por outra banda, se nos comemos o un á outra e por amor. Tamén Beatriz comeu a Dante ou polo menos comeu o seu corazón, o centro do centro. Tampouco é verdade que o cazador lograra ferilo, senón que, non podendo enfrontarse á escopeta cargada, fuxiu para o máis escuro da fraga.
Pero eu probara o seu sangue, o sangue que rebentaba o corpo esvaradío dos carrachos que sabían a terra, a metais enferruxados. A lúa comezou a cambiar o meu corpo. Dentro de min nacían alustros e tronos, coitelos de linguas, dentes afiados como esquírolas de cristal. Cando o cazador nos encontrou a segunda vez eramos dous e non puido escapar. Desde entón unhas veces vou eu procuralo ó escuro do bosque, outras ven el e entra comigo na casa, enganando ós outros co seu aceno de can, os ollos baixos para non descubrir os relampos de treboada que aniñan neles.

22/11/09

No apto para estómagos/almas sensibles


Caballeros de los puentes
El lunes pagué a una prostituta para que pisoteara en mi presencia dos docenas de ostras abiertas con sus zapatos de tacón alto, que lamí a continuación.
El martes pagué a otra, casi una niña, para que me masturbara con estiércol fresco de caballo entre los dedos.
El miércoles alquilé a una nueva para que me vistiera y maquillara de mujer mientras yo enjabonaba y rasuraba el rostro de la joven.
El jueves prometí una elevada cantidad a dos prostitutas para que me siguieran por los callejones con el fin de defecar luego en sus bocas.
El viernes cloroformicé a una prostituta entrada en años y le coloqué sanguijuelas en la vagina hasta que éstas se saciaron.
El sábado me negué a pagar a la prostituta alquilada tras azotarla con varillas extraídas de un paraguas, aduciendo el desagrado que me produjeron sus inoportunos gritos.
El domingo dormí casi todo el día, besé a mi esposa, a mis hijas, a las doncellas de mi esposa y a la institutriz de mis hijas, paseé durante una hora por el parque con el confesor de la familia y cené después opíparamente en Casa Beristain, en compañía de los demás magistrados. Todos bebimos vino de peptona, el mejor confortativo de los debilitados, restablecedor de las fuerzas y del apetito.

10/11/09

Espacio


Escribí un relato de tres líneas y en la vastedad de su espacio vivieron cómodos un elefante de los matorrales, varias pirámides, un grupo de ballenas azules con su océano frecuentado por los albatros y los huracanes, y un agujero negro devorador de galaxias.Escribí una novela de trescientas páginas y no cabía ni un alfiler, todo se hacinaba en aquella sórdida ratonera, había codazos y campos minados, multitudes errantes que morían y volvían a nacer, cargamentos extraviados, hechos que se enroscaban y desenroscaban como una tenia infinita, los temas eran desangrados a conciencia en busca de la última gota, no prosperaba el aire fresco, se sucedían peligrosas estampidas formadas por miles de detalles intrascendentes, el piso de este caos ubicuo y sofocador estaba cubierto con el aserrín de los mismos pensamientos molidos una y otra vez, los árboles eran genealógicos, los lugares, comunes, y las palabras pesados balines de plomo que se amontonaban implacablemente sobre el lector agónico hasta enterrarlo

6/11/09

Daniel Gascón


Sara era la mujer de mi vida y yo lo había planeado todo hacía meses. Un domingo de septiembre le propuse ver Zaragoza desde la telecabina al atardecer. De paso, quería pedirle que se casara conmigo. Había hecho el viaje un par de veces para ensayar, había pensado las frases, y había comprado un anillo muy caro y una botella de champán. La telecabina había avanzado ya bastantes metros. Creo que me mareé por los nervios, no supe decir las frases que había preparado, y saqué el anillo. Sara me miró con una expresión de sorpresa, y yo le pregunté si quería casarse conmigo. Ella se echó a reír y dijo que no. Le pregunté por qué, y ella me dijo que no lo tomara como algo personal. En ese momento, la telecabina se quedó parada, bastantes metros por encima del río. Sara y yo nos reímos a la vez y saqué el champán. El sol se reflejaba en el anillo y pensé que tenía un rato para intentar convencerla.
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