
Más experimental que las anteriores, que eran hiperrealistas, aquí la acción es más abstracta. Y el narrador se parece a su autor. La novela acaba en un cómic dibujado por Pere Joan. Fernández Mallo utiliza en su obra diversos elementos del lenguaje científico –en especial, de la física atómica, que identifica con lo poético– y del arte conceptual. En esta ocasión, incluso ha realizado un documental de 60 minutos que ha colgado en su blog (www.alfaguara.santillana.es/blogs/elhombre) y que define como "una poética filmada, donde se ven las fuentes de todo y hay también entrevistas con Antonio Luque (Señor Chinarro), Pere Joan, el artista plástico Luis Macías, Fernández Porta y el escritor Vicente Luis Mora". El eje argumental de Nocilla Lab es una pareja que va viajando en coche mientras intenta emprender un ambicioso Proyecto (con mayúscula), "que no se sabe muy bien qué es, es como un leit-motiv, una obsesión, una excusa para hurgar en sus sueños y en su relación. Es como la vida, que tampoco tiene un argumento claro, lo que importa es que el trayecto esté lleno de sustancia". Hay una parte central de terror una mezcla de Stephen King con Kafka, con ese punto absurdo de estar encerrado en un lugar del que en realidad, si quisieras, te podrías ir, porque nos creamos nuestras propias cárceles. Por las páginas del libro, aparecen grandes elogios a lo artificial, simbolizado en una ciudad como Las Vegas o en una bebida como la Coca-Cola, que Fernández Mallo bebe abundantemente y que "simboliza lo que nos define como humanos, porque para naturales ya están los animales y las plantas. El autor opina que "la ciencia es la poética del siglo XXI. A los 17 años, ya leía tratados de física y le gustaba, aunque no lo entendiera todo". Cree que la modulación es importante: "Un verso puede ser un simple verso o adquirir dimensiones absolutamente fantásticas dependiendo de cómo es dicho. Si digo la sopa está muy buena mientras veo el telediario, es una frase banal pero si lo digo mirando a los ojos de la cocinera igual que miraría una explosión definitiva, entonces la frase adquiere una profundidad metafísica".
2 comentarios:
Agustín Fernández Mallo (La Coruña, 1967) es licenciado en Ciencias Físicas. En el año 2000 acuña el término Poesía Pospoética —investiga las conexiones entre el arte y las ciencias—, cuya propuesta ha quedado reflejada en los poemarios Yo siempre regreso a los pezones y al punto 7 del Tractatus (2001), Creta lateral Travelling (2004) y el poemario-performance Joan Fontaine Odisea [mi deconstrucción] (2005). En 2007 fue galardonado con el Premio Ciudad de Burgos de Poesía por su libro Carne de Píxel. Su libro, Postpoesía, hacia un nuevo paradigma, ha sido finalista del Premio Anagrama de Ensayo 2009. En el 2006 publica su primera novela, Nocilla Dream (traducida a varios idiomas) que fue seleccionada por la revista Quimera como la mejor novela del año, y por El Cultural de El Mundo como una de las diez mejores. Crítica y público han coincidido en el deslumbramiento que está suponiendo este Proyecto Nocilla para las letras españolas, del que Nocilla Experience (elegida mejor libro del año por Miradas2, TVE y Premio Pop-Eye 2009 a la mejor novela del año, incluido en los Premios de La Música y La Creación Independiente) constituye la segunda entrega de la trilogía, y que concluye on Nocilla Lab.
Nocilla Lab está seleccionada a los Premios Notodo 2010
Por lo que he leído, hay un Premio del Jurado y un Premio del Público. Para ese último se puede votar en,
Copio y Pego la info que hay:
www.notodo.com/premiosnotodo10
SELECCIONA EN EL MENÚ “CANDIDATOS” Y DESPUÉS PINCHA “MEJOR LIBRO” (PUEDES VER EL LISTADO ALEATORIO CON FOTO U ORDENARLO ALFABÉTICAMENTE POR NOMBRE DE AUTOR)
Publicar un comentario